Desde Nuevo León, el candidato presidencial de la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya, manifestó su confianza al Instituto Nacional Electoral, pero aclaró “no es un cheque en blanco” porque en en caso de detectar conductas inapropiadas lo denunciarían.
En su conferencia mañanera en un hotel de Monterrey, aseguró que en la venta de su nave industrial “todo está aclarado y los documentos ya fueron puestos a disposición de la opinión pública”, ante la revelación del chofer del empresario Manuel Barreiro de que su patrón le ordenó crear la empresa que compró la propiedad de Ricardo Anaya.
Además, indicó que las protestas que se han dado en sus mítines de Tehuacán y Plaza Tlaxcoaque son de personas allegadas a Morena o que están en contra de ese partido, pero en una democracia es normal que la gente manifieste sus posiciones y aseguró que su equipo aún analiza si es real que los ex presidentes reciben pensiones onerosas y en caso de llegar a la Presidencia él no recibiría esos recursos.
Tras una reunión privada con empresarios y banqueros, detalló su plan de crecimiento que consiste en tres puntos: destinar el 5 por ciento del Producto Interno Bruto a la inversión pública, que actualmente está en el mínimo histórico, y que en conjunto con la inversión privada alcance un 25 por ciento; crear una unidad especializada en asociaciones públicas y privadas; y el ombudsman de la inversión.
En la gira que realiza por Monterrey, es acompañado por Agustín Basave y Santiago Creel, tiene programada una reunión con cámaras empresariales y ciudadanos.
A las 18:30 horas de este miércoles, asistirá a la toma de protesta de los candidatos de la coalición del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano en Toluca, Estado de México.