En la Cámara de Diputados, la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), retomó la práctica de la “tómbola”, aplicada en ocasiones anteriores para entregar candidaturas, y en esta ocasión, para repartir las oficinas entre sus 255 integrantes.
A fin de evitar conflictos entre los congresistas por la asignación de espacios de trabajo en el recinto parlamentario, se decidió aplicar un sorteo que consistió en sacar un papelito de una bolsa, con el respectivo número de oficina.
Así, los miembros de la bancada morenista dejaron a la suerte el número de oficina y piso en el Edificio B, que ocuparán en su gran mayoría.
Al parecer sucedió lo mismo con las curules, ya que los miembros de ese grupo parlamentario portaban un croquis con la ubicación de las curules, que iba siendo marcado conforme se rifaban los espacios.
El procedimiento se llevó a cabo en el salón de sesiones mientras se desarrollaba la sesión ordinaria de este martes.
Al finalizar la reunión, la diputada Beatriz Rojas, por la Ciudad de México y el diputado Javier Hidalgo, divertidos, mostraron la bolsita de plástico transparente en la que revolvían los papelitos con los números de las oficinas.
El sorteo impidió que hubiera «manos negras» en el reparto, aseveraron, tras puntualizar que los diputados de cada estado hicieron su propio ejercicio, y en el caso de los capitalinos, les tocó ubicarse el Piso 2 del Edificio B.
«Todo es edificio B, segundo piso», indicó la diputada Rojas.
«¿No hubo mano negra?», se le preguntó.
«No, no, no, mira, todo muy transparente. ¡Hasta la bolsa transparente!», dijo entre sonrisas.
«El acuerdo fue que la elección de las oficinas se diera por estados, en este caso aquí rifamos en este momento las de la Ciudad de México, conforme fueron sacando sus papelitos con el número de oficina, fuimos apuntando», abundó Rojas Martínez.
El diputado Hidalgo se declaró satisfecho con la repartición, ya que le salió una oficina pequeña, pero con vista a los jardines de San Lázaro.