El Athletic se ha clasificado para las semifinales de la Copa del Rey tras un bestial partido de poder a poder que se tuvo que decidir desde la tanda de penaltis. El héroe final fue un Unai Simón que se hizo gigante desde los once metros.
Una noche que ninguno olvidará. Ni ganador ni el que se marcha a casa con el mal sabor de boca, sobre todo porque tuvo su momento en el partido para llevarse la eliminatoria y la justicia desde el punto de penalti siempre es algo menos para el perdedor. Canales, el alma bética, y Juanmi fallaron para el Betis. Un Ahletic tocado por la varita de los Dioses y un Betis que se marcha de un forma inmensamente cruel, por penaltis y habiendo acariciado la clasificación.
Toda esta larga historia de los cuartos de final en el Benito Vilamarín tenía un comienzo. Había que comprobar cómo iba a recomponer Marcelino su once sin Muniain, uno de sus hombres más en forma y decisivos. En el Betis, con varios cambios con respecto a laliga, Pellegrini fortaleció el centro del campo con William Carvalho y liberando a Canales, para aprovechar su idilio con el gol cerca de la portería rival.
El duelo comenzó con un conjunto vasco presionando arriba. Querían ahogar la salida bética, menos fluida al tener al cántabro más alejado de la iniciación. De Marcos protagonizó la primera llegada por su banda, pero su centro raso atrás no encontró rematador. Pellegrini pedía calma en la salida, al verse con más efectivos. William y Guido ayudaban en cada costado para que el balón saliese limpio. Así comenzaron a entrar en juego Fekir y canales. El fútbol se aceleraba.
Pero sería Aitor Ruibal quien llevaría el mayor peligro del primer tiempo para los locales. Un pase al primer palo, mal despejado por Yeray, permitió a Canales disparar desde el borde del área pequeña, pero con la derecha. Su disparo se marchó al lateral de la red. Aviso serio. El siguiente sería otro pase fuerte al segundo palo, tras ver bien la carrera de Ruibal por parte de Canales, al que Miranda no acertaría a rematar con acierto. El Athletic había bajado de intensidad y eso estaba siendo aprovechado por los locales. Marcelino apretaba para que sus hombres no se desordenasen. El Athletic sí que inquietaba a balón parado. Y tenía guardada la bala de Williams en el banquillo. Mucho miedo a perder en ambos bandos. Unas semifinales eran un premio demasiado generoso como para dejarlo pasar.
Llegaron los goles
Y el primer error lo cometió Yeray con una entrada por detrás a Fekir en una zona sin peligro. Falta de amarilla y ya tenía una el defensa vasco. Hernández Hernández se la perdonó. El francés del Betis era quien electrizaba el juego. Iñigo también vio amarilla por una falta en el borde del área sobre el galo. Muy peligrosa. Canales lanzaba alto.
El Athletic necesitaba combinar. Y la primera vez que lo hizo con soltura en tres cuartos, aparecía Yuri, siempre activo en faceta ofensiva, para que Joel sacase con los pies, del mismo modo que amargó hace unos días en este mismo escenario al osasunista Calleri.
Y nuevamente, con una entrada de Yuri por banda, con un centro a bote pronto cerca del córner, lo cabeceó de Marcos en el otro palo, completamente solo, y se le marchó alto. Avisaba ahora el Athletic. Se repartían los minutos y los momentos.
Williams ya había entrado, con Juanmi reforzando el ataque verdiblanco. Buscando los entrenadores un héroe. Y precisamente el delantero de Coín cazaría un balón suelto en el área con la izquierda sin dejarla caer. Un gol que valí unas semifinales… Hasta que en el 93′ aparecía el de siempre, Raúl García, para igualar sobre la hora y dar un toque de crueldad a un Betis que ya festejaba las semis. Recuperaba Iñigo Martínez a la desesperada y su potente centro lo cabeceó a la prórroga el 22. Marcelino tiene siete vidas en la Copa.
A tiempos extra
Pellegrini trató de cerrar el duelo con cambios defensivos en el alargue del segundo tiempo. El gol de Raúl García cogió al Betis con Sidnei de mediocentro y Guardado en una banda. Y sin Fekir ni Borja Iglesias. Pese a ello, el Betis dominó la primera parte de la prórroga. El Athletic quería mantener la efervescencia de su gol, pero los locales estaban mejor colocados, con muchos hombres por detrás del balón. La premisa era no volver a equivocarse. Y en el último suspiro de los primeros 15 minutos, Joaquín tuvo un balón atrás dentro del área cedido atrás por Juanmi, pero la defensa rojiblanca se lanzó como como leones para taponarlo.
El inicio de la segunda mostraría el desgaste en un cruce entre Montoya y de Marcos. Ambos se quejaban de calambres musculares. Intensidad bestial. Los dos querían asomarse al bombo de semifinales. El Betis dominaba, pero no concretaba. Se acababan las dos horas de fútbol. Los penaltis iban a decidir. Y ahí apareció un Unai Simón gigante. Detuvo los lanzamientos a Canales y Juanmi. El Athletic anotó sus cuatro disparos. El equipo bilbaíno, a semifinales.