Los líderes del G7, reunidos este lunes en Baviera, Alemania, abogaron por una «disminución importante de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero» y por la disminución de la dependencia de combustibles fósiles.
«En el marco de una respuesta mundial», las principales economías del planeta se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 40% y 70% para el 2050, así como a «hacer su parte para lograr una economía mundial sobria en carbono a largo plazo».
Los compromisos realizados en la reunión fueron «ambiciosos y realistas», según el presidente francés, Francois Hollande.
Por su parte, Angela Merkel dijo que los negociadores «han realizado un duro trabajo», debido a que los cuatro integrantes europeos del G7 (Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña) querían adoptar un objetivo ambicioso previo a la cumbre climática que se realizará en diciembre en París, mientras que Japón, Canadá y Estados Unidos mostraron más reticencias a buscar cambios en sus políticas.