Carlos Francisco Caltenco Serrano
Desgraciadamente ésta administración estatal ya nos acostumbró a los mensajes contradictorios. A punto de cerrar el primer año de gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo y con los homicidios dolosos al alza, con las desafortunadas declaraciones en que se criminaliza por igual a todas las víctimas de los famosos “ataque directos” y para rematar, pasando un fin de semana de terror con 12 homicidios, y luego del intento de ejecución de un ex presidente municipal, nuevamente se contradicen. Por un lado, el Comisionado de Seguridad, Almirante José Antonio Ortíz Guarneros, anuncia un cambio de estrategia el pasado día lunes, que es desmentido por el Secretario de la Oficina de la Gubernatura José Manuel Sanz el mismo día, diciendo que no hay cambio de estrategia, que es desmentido por el Secretario de Gobierno al día siguiente que dice que urge cambio de estrategia. Finalmente, el mismo día lunes 23 de septiembre, por la tarde, fueron detenidos el hijo del Carrete Alexis Oswaldo “N” y el Secretario del Ayuntamiento de Amacuzac Gabriel Miranda, hijo del Presidente Municipal electo de Amacuzac, Alfonso Miranda Gallegos, quien está preso en Durango.
¿Corresponde esto a un cambio de estrategia? Desgraciadamente, podemos afirmar que no. Más bien se asemeja a un acto propagandístico para apaciguar las aguas de la sociedad morelense que ya se encuentra en un vendaval de violencia y muerte. Los datos reflejan otra cosa. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, los homicidios dolosos en el primer año del gobierno de Cuauhtémoc Blanco se han incrementado 35%, superando en más de 250 homicidios su primer año de gobierno si lo comparamos con los homicidios ocurridos en el último año de gobierno de Graco Ramírez.
Cuando hablan desde el Gobierno del Estado de Morelos que hay cambio de estrategia, surgen muchas preguntas incómodas: ¿La estrategia anterior tenía que ver con que las bandas de la delincuencia se acabaran entre sí? ¿Buscaban un nuevo modelo de seguridad en que la Policía Morelos se convirtiera en la Cruz Verde ante el arribo de la Guardia Nacional? ¿Ahora realmente perseguirán a los cabecillas de las bandas delincuenciales? ¿Si es así, qué pasa con los cabecillas de las bandas contrarias? Desgraciadamente la realidad muestra que no había estrategia de combate al crimen ni estrategia para garantizar la seguridad pública en el estado.
Cuando el gobierno del estado habla de cambio de estrategia, queremos entender que por fin habrá estrategia. Incluso, la semana pasada desde esta columna nos permitimos sugerir que la estrategia implementada el 15 y 16 de septiembre que arrojó los únicos dos días de paz que hemos tenido los morelenses en este primer año del Cuau, se implementara los 363 días restantes. Así que ¿ésta estrategia de las fiestas patrias se implementará en Morelos y será la nueva estrategia de la que hablan las autoridades? Triste sería que las detenciones hechas ésta semana no fueran otra cosa que pirotecnia propagandista para lavarle la cara a la presente administración. Triste no solo para los ciudadanos en Morelos que sufrimos los efectos de los “ataques directos” en el que, Dios no lo permita, nos toque estar, si estamos en algún restaurante, bar, centro comercial, la calle y hasta en un hospital. Triste sobre todo, cuando ayer, en el senado de la república, se iniciaron los procesos legislativos para las declaratorias de desaparición de poderes en los estados de Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato, precisamente por la violencia descontrolada en esas entidades. Y que conste que en ellas, no hay crisis en los poderes legislativo y judicial como sí ocurre en Morelos. Cuando veas las barbas de tu amigo recortar, echa las tuyas a remojar, dice el conocimiento popular.
Pero atendiendo a la buena fe, otorgando una vez más el beneficio de la duda, le diremos desde esta columna a los responsables de la Seguridad Pública, cuándo es que los ciudadanos de a pie, creeríamos que hay cambio de estrategia: Cuando podamos salir a la calle, a comer, a divertirnos, a atendernos médicamente, a hacer nuestras compras, a trabajar, a estudiar, a realizar nuestras actividades cotidianas, sin el temor de ser víctimas de algún “ataque directo”. Es muy sencillo autoridades, el indicador es claro y duro. Reduzcan los homicidios dolosos. Reduzcan los secuestros y el cobro de piso. Castiguen a los culpables y no los dejen libres como ocurrió con el asesino de la pequeñita de la Carolina. Pongan más atención a combatir a los malosos y no a castigar a los no re emplacados. Por cierto, ¿también habrá cambio en la estrategia de combate al Dengue, al Zika y Chikungunya? También están muriendo morelenses por esa causa.