Por: Carlos Francisco Caltenco Serrano
En esta semana tuvimos la visita de Mariana Seoane, mujer del espectáculo que visitó Morelos para grabar el videoclip de uno de sus temas musicales: “La chismeadera”. No sabemos si a propósito, con sarcasmo o con mucha inocencia pidió hablar bien de Morelos y Acapulco. Afirmó que ella vino aquí y trajo a sus amigos actores porque Morelos le inspira confianza y seguridad y quiere compartirlo con los mexicanos. Remató diciendo que hay que hablar bien de Morelos y de México. Cuando conocí los pormenores de la entrevista se me ocurrió que podríamos invitarla a quedarse de manera indefinida en el estado. Conseguirle un departamento cómodo en la Carolina o en Alta Vista, tal vez en Ocotepec o en Ahuatepec. En algún lugar de la Lázaro Cárdenas en Cuernavaca, colonia isla atrapada en Temixco. Tal vez invitarla a Zapata o Xochitepec, a Jojutla, Cuautla o Puente de Ixtla, en fin, a cualquier municipio de Morelos. Tal vez su percepción entonces cambiaría acerca de que tanto podemos hablar bien de nuestro estado y es que, como suele ocurrir en publicidad, no hay nada peor para un mal producto, que una buena campaña de publicidad. Veamos los datos reales.
En el último corte del semáforo nacional de los delitos de alto impacto, concretamente el del mes de julio, Morelos destaca en semáforo rojo, es decir, que los delitos sobrepasan la media nacional significativamente, en al menos 5 delitos: Homicidio, extorsión, narcomenudeo, robo a vehículo y violencia intrafamiliar. 5 delitos de una tabla de 11.
Nos encontramos en el lugar 7 en homicidios, 3 en secuestro, 24 en extorsión y 11 en robo de auto. Cabe señalar que en el tema de feminicidios durante el mes de julio el estado de Morelos apenas pudo colocarse en el rango de la media nacional, pero a lo largo del año ha estado muy por encima de la media nacional, lo que lo coloca en uno de los estados más feminicidas del país.
Otro dato significativo a destacar es que en los demás semáforos de delitos, Morelos se encuentra en amarillo, es decir, sobre la media nacional o ligeramente abajo. Y como mencionábamos, delitos como el secuestro y el feminicidio disminuyeron en julio y se ubicaron sobre la media nacional pero han mantenido un comportamiento consistentemente elevado en el resto del año.
Esa es la realidad de nuestro estado. Las cifras dadas a conocer por el sector turístico de este periodo de verano que recién concluye, reflejan una caída del 15% en la ocupación hotelera y de visitantes, atribuida principalmente a la violencia y la inseguridad en el estado. Así que por más que se promueva el estado de Morelos, por más que Mariana Seoane hable bien de nuestro querido Morelos, si esto no se acompaña con resultados significativos en seguridad pública, el efecto previsible es que quienes nos visitan, se vayan decepcionados de la inseguridad.
Ese adagio del medio publicitario de que “no hay nada peor para un mal producto que una buena campaña de publicidad”, debe ser tomado en serio por el gobierno del estado. Esta más que comprobado que la publicidad negativa que puede hacer un cliente cuando ha tenido una mala experiencia de un producto o servicio, es diez veces más efectiva que la recomendación positiva. En nuestro caso, un visitante de Morelos puede llevarse una gran decepción al recibir un mensaje positivo sobre nuestro estado y que, al visitarlo, sea testigo del clima de inseguridad y violencia que vivimos cotidianamente.
Algo que deben comprender nuestras autoridades es que ninguna campaña de publicidad será más efectiva que garantizar la seguridad de los ciudadanos. En este caso y haciendo la analogía, un Morelos seguro, donde sus habitantes y sus visitantes puedan vivir y circular en paz, sin amenazas, sin asaltos ni extorsiones, es la mejor manera de promover a nuestro estado.
Los mecanismos de medición ahí están, disponibles para quienes en el gobierno estatal, toman las decisiones. Hace falta que tengan visión estratégica, visión de estado. Hace falta que en lugar de pretender tapar la realidad con mensajes positivos, resuelvan los problemas de fondo. Hace falta que en lugar de pretender acallar las voces críticas que, si fueran inteligentes, las escucharían para mejorar su gestión, se permitan ver si estos señalamientos pueden ayudarles a mejorar Morelos.
¿Hay que hablar bien de Morelos? Sí. Pero es mejor garantizar la seguridad en Morelos. Es mejor HACER un Morelos más seguro para todos.