Durante la Asamblea General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos del país analizaron temas como el abuso sexual en la iglesia, el cambio político en el país y el rumbo que la sociedad y la iglesia deben asumir.
En el marco de este encuentro, que se realizó en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, el presidente saliente de la CEM, José Francisco Robles Ortega señaló que desde meses antes de la elección presidencial en México se advertía un cambio profundo en la vida política del país, porque la población mostraba hartazgo creciente por la corrupción, la violencia y la injusticia y por ello buscaba una nueva alternativa de gobierno.
Al reconocer ante los Obispos que la Iglesia no tiene una misión político-partidista o político- gubernamental, explicó que la Doctrina social les enseña cómo fortalecer al pueblo para que no sea masa informe, para que sea una auténtica comunidad capaz de ser sujeto y no solo objeto del poder, para que ella misma vuelva a reconstruir su tejido social. Los principios de solidaridad, subsidiaridad, bien común y opción por los pobres son más vigentes que nunca.
Robles Ortega hizo hincapié en la obligación de la iglesia de proceder en los casos de abuso sexual que se registran al interior de la iglesia, conforme a derecho y sin dilación, bajo el principio de que ningún miembro de la iglesia “se encuentra en una suerte de paréntesis respecto a la aplicación de la justicia” y reiteró que por indicaciones del Papa Francisco debe haber cero tolerancia en estos crímenes.
También llamó a los Obispos a fortalecer los procesos de transformación en la iglesia en Méxicopara que sea más atractiva para los jóvenes y los instó a mantener la lucha en contra del aborto y a reflejar la belleza del matrimonio heterosexual entre otros temas.
Finalmente los Obispos manifestaron su solidaridad con el Cardenal Norberto Rivera Carrera por el ataque sufrido en su domicilio hace algunas semanas.