La sonrisa se desdibujó del rostro de Andrés Guardado cuando supo que tenía que cobrar un penal inexistente para empatar el marcador con Panamá y así lograr llegar a tiempos extras.
El Capitán del Tri fue muy claro, para él «fue doloroso» cobrar la pena máxima porque sabía que no habían jugado bien y que el árbitro estaba tomando una decisión equivocada; por eso «por un momento sí» pensó en echarla para afuera, «pero uno es profesional».
“Los jugadores contrarios no se tocan el corazón contra ti, si fue o no penal, no es cosa de nosotros”, declaró para TV Azteca.
Desencajado totalmente, Guardado reconoció que «jugamos un muy mal partido en el que no tuvimos claridad».
Al final la historia marcó a México como ganador y le dio el pase a la Final de la Copa Oro el próximo domingo.