Estados Unidos logró coronarse campeón del Clásico Mundial de Beisbol al vencer 8-0 al poderoso Puerto Rico en el partido final. 51,565 aficionados estuvieron presentes en el Dodger Stadium para ver campeones a los americanos.
El juego defensivo de los Estados Unidos fue para resaltar, Marcus Stroman abrió el juego y se mantuvo durante 6 entradas sin permitir una sola carrera lo cual fue la tanda más larga del torneo. Stroman lanzó en 73 ocasiones para 18 bateadores y logró 3 ponches. Sam Dyson lo revelaría para la sexta entrada.
En cuanto al poder ofensivo, éste se mostró desde la segunda entrada donde Ian Kinsler conectó un Home Run e impulsó a Jonathan Lucroy para poner la pizarra 2-0. Tres entradas más tarde llegarían dos carreras más, esta vez por parte de Christian Yelich y Andrew McCutchen.
Para finiquitar el encuentro los norteamericanos lograron tres carreras más en el séptimo episodio y una más en el octavo. El juego terminó con tres ponches en la novena entrada por David Robertson y así evitaron que Puerto Rico ganara el Clásico Mundial por segunda ocasión consecutiva luego de que República Dominicana los derrotara en el 2013.