Cómo se había anunciado la semana pasada ,este domingo el Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro llevó a cabo la primera misa dónde los feligreses pudieron presenciarla desde sus autos.
Esta misa que fue a petición de uno de los feligreses de la parroquia de Gualupita de Cuernavaca, se realizó en un terreno cerca de la ciclo pista y fue organizado por el Comité de feligreses de dicha parroquia.
Destacó que esta misa se oficializó tomando en cuenta todas las medidas de sanidad correspondientes ya que asistieron alrededor de 80 vehículos con un máximo de cuatro personas cada uno, así mismo que mientras exista la misma estructura de esta parroquia estás misas podrían replicarse en otros municipios.
«si existe esa posiblidad, ya que mientras haya emergencia y mientras el semáforo epidemiológico no llegue a verde, esperamos que nos sigan facilitando está posibilidad de seguir celebrando, todos los domingos a las ocho d ella mañana estás misas», señaló.
Recordó que al estar en semáforo naranja permite que las iglesias puedan celebrar las misas con un 25% de ocupación, no obstante al ver la situación de que aún existe riesgo de contagio no quieren arriesgar a las personas, por lo cual anunció que podría ser el 4 de agosto cuando se de el regreso a los templos.
Puntualizó que mientras tanto los sacerdotes se están preparando, ya que hay un grupo de ellos llamado «Grupo Centurión», quienes visitan a los enfermos de COVID19 mismos que están asistiendo a parroquias estratégicas para preparar a los ministros que estarán apoyando en llevar a cabo el protocolo necesario para recibir a los feligreses.
Aseveró que la afectación en la Iglesia, tras el cierre de los templos primeramente ha ido pastoral,mientras que la segunda afectación ha sido la económica ya que sobreviven de las limosnas que los feligreses dan en las misas, y tras cinco meses de no poder ofrecer las misas al público la mayoría de as parroquias están en quiebra total.
» Nosotros vivimos de las limosnas que se dan en las misas, y cinco meses sin misas ya estamos en quiebra total, algunas parroquias han recurrido a alguna ayuda solidaria porque no tienen, gracias a Dios de comer no les ha hecho falta a los sacerdotes porque la gente es muy generosa y preocupada por sus pastores almenos la comida se la han asegurado», apuntó.
Finalmente mencionó que en cuanto a las personas que asisten a los párrocos como los sacristanes, algunos dijo,siguen trabajando con una nueva modalidad, mientras que otros han sido enviados a sus casas y en algunos casos se les ha reducido uno o dos días laborales para poder salud adelante.
