Con el boleto a la Copa Confederaciones en la mano, el “Tuca” contento y el mejor de los ánimos entre los seleccionados, el partido de esta noche entre México y Panamá deberá ser una fiesta.
A menos que el inconforme cuadro canalero dé la sorpresa, el Tricolor enfrentará así el amistoso que significará el fin del positivo interinato de Ricardo Ferretti y casi el inicio de la era de Juan Carlos Osorio.
El colombiano estará también en la tribuna del Nemesio Díez, donde observará por segunda vez a sus futuros pupilos, quienes el sábado anterior vencieron a Estados Unidos en Los Ángeles por el boleto a Rusia 2017.
El juego en la casa de los Diablos Rojos estará rodeado de circunstancias totalmente distintas a las del último enfrentamiento ante Panamá.
El mismo se dio en las Semifinales de la reciente Copa Oro, cuando México avanzó gracias a decisiones arbitrales más que polémicas, que desataron acusaciones panameñas de corrupción hacia la CONCACAF.
Ahora los de Hernán Darío Gómez llegan con la molestia de jugar a una gran altitud cuando todos sus juegos de la eliminatoria mundialista que inicia en noviembre serán a nivel del mar.
Por ello el “Bolillo” le ve poca utilidad a un encuentro para el cual el Tri también se dio el lujo de liberar a Rafael Márquez, Andrés Guardado y Javier Hernández, quienes regresaron a Europa tras el juego en California.
Eso provocará que el “Tuca” utilice un cuadro distinto al que venció a EE.UU., pues no desea sobrecargar elementos que el fin de semana regresarán a la realidad de sus Ligas.
El Tri acumula tres victorias al hilo ante Panamá: una en eliminatoria, otra en amistoso y la última en Copa Oro, para acumular un saldo histórico de 9 triunfos, 4 empates y 2 derrotas.
Septiembre del año pasado fue la última vez en que un combinado nacional pisó el Nemesio Díez, ya que el Tri Sub-21 enfrentó al Toluca, aunque esa vez a puerta cerrada, mientras que para el juego de esta noche, con boletos de 300 a 1500, los únicos disponibles hasta ayer solo eran los más caros.