Apenas el 4 de abril de 2020, el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, presumía que su gestión contaba con un HOSPITAL MÓVIL con 50 camas, expansivo a 100 camas más, todo para enfrentar la pandemia por Covid-19 en ese momento aún no ‘mostraba los dientes’.
Todos nos decepcionamos cuando nos enteramos que este nosocomio había sido montado en el estadio Centenario, al norte de Cuernavaca, nomás para que Cuauh grabara el spot que pueden ver e inmediatamente, fue desbaratado para guardarlo en cajas. Como si fuera una escenografía.
También se supo que, en realidad la estructura no pertenecía al Ejecutivo estatal, que había sido rentada a particulares para grabar esta pieza de propaganda. Finalmente, intentaron ‘salvar’ la situación diciendo que ‘había sido comprado por 14 millones de pesos’ y sería instalado en el hospital general de Jojutla para atender a pacientes NO COVID.
Pocas semanas después, sería desmontado OTRA VEZ porque tenía serios problemas estructurales y no sobrevivió a la temporada de lluvias, teniendo múltiples goteras y filtraciones y al rededor, un tremendo lodazal que hacía imposible ingresar a él sin mancharse los zapatos de lodo y sobre todo, entorpecía las labores de movilidad de los pacientes y personal médico, sin contar que las instalaciones eléctricas eran un riesgo cada noche de lluvia en Jojutla.
Ahora que el coronavirus ha puesto a Morelos en semáforo Rojo y ‘Alerta Máxima’; aunado a que la ocupación hospitalaria se encuentra al 90 por ciento ¿dónde está este HOSPITAL MÓVIL que prometía ser la solución a la crisis en Morelos? pero, sobre todo ¿dónde está el gobernador?
